El alba de la mañana y el nerviosismo de los familiares
abren paso a un día nublado. Dolor esa es la palabra que definen algunas de las
lágrimas de una madre, de una novia, de un hermano…
En mi familia es algo que se ha tenido que vivir varias
veces, tengo hermano y primos que han tenido que partir a un país llamado: Afganistán.
Llegó el momento, se cierran mochilas, puerta del coche y tras ese sonido se cierran también meses de ausencia. Finalmente los abrazos cargan de energía y apoyo a los militares, los verdaderos protagonistas, el momento más duro, quizás, para los familiares en todo ese tiempo que estarán fuera. Una media vuelta rompe la calma hasta dentro de seis meses.
Guerreros de la vida, con ello, demuestran valentía, una valentía con coraje digna de admirar. En estos tiempos tan difíciles es una decisión que muchos de ellos han tomado por motivos económicos (aprovecho para decir que no muy generoso), otros, por el contrario, será su primera vez….
Desde aquí mi ventana al mundo, me gustaría mandar todo mi cariño y fuerza a mi hermano y primo que se encuentran allí y que por respeto no voy añadir nada más y guardar su anonimato.
¡ANIMO CAMPEONES!
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